domingo, julio 12, 2015

TRES ACTORES EN LA ORACIÓN.


VIDA DEVOCIONAL
IV PARTE

 Pastor Iván Tapia Contardo 

Lectura bíblica: “11 Terminó, pues, Salomón la casa de Jehová, y la casa del rey; y todo lo que Salomón se propuso hacer en la casa de Jehová, y en su propia casa, fue prosperado. / 12 Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio. / 13 Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; / 14 si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. / 15 Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar;  / 16 porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.” (2 Crónicas 7:11-16) 

Objetivos: a) Valorar la oración  en la comunicación con Dios; b)  Conocer la actitud del Señor ante nuestras oraciones; c) Adquirir la convicción de que Dios atiende siempre a la oración de Sus siervos; d) Saber en qué condiciones Dios abomina una oración; y e) Aprender a vivir velando en oración.  

Resumen: Nada más importante en la vida devocional del discípulo de Jesucristo que la práctica de la oración. Hay tres actores que pueden intervenir en ella: Dios, el pecador y el creyente santo. Frente a cada uno, el Señor tiene algo que enseñarnos: Él siempre nos escucha y responde; Él abomina la oración del desobediente; y Él espera que velemos en oración.
 

E
n forma sencilla podemos definir la oración como una conversación con Dios, pero ésta no es siempre vocalizada; a veces puede ser una meditación mental o simplemente contemplativa. Como sea es un encuentro con Dios, basado en el mutuo amor; nadie querría conversar con Alguien a quien no ve y ni siquiera responde en forma audible, si no es motivado por el amor. Es este sentimiento de gratitud, de admiración y atracción hacia el Padre, y sobre todo el Hijo, lo que nos motiva a acercarnos a Dios en oración. También está la necesidad de satisfacer o resolver problemas, pero siempre lo hacemos movidos por la fe.  

También el Padre ora. Desde el momento que la oración es comunicación, diálogo con Dios, significa que Él también ora. En esta comunicación hay tres tipos de actores: a) la Divinidad; b) el pecador, una persona que ha caído en faltas contra Dios; y c) el cristiano santificado por la sangre de Jesucristo.

La palabra “oración” aparece en la Biblia 116 veces. Hemos escogido tres versículos para descubrir cómo es la posición de cada uno de estos actores frente a la oración: el primer verso en que aparece la palabra oración, el último y aquel que está justo en el centro, o sea en el lugar 58. Cómo lo más importante es saber qué piensa Dios acerca de la oración, nos haremos la siguiente pregunta: 

¿Cuál es la actitud del Señor ante nuestras oraciones? 

1. Dios atiende a la oración de Sus siervos.

El primer texto en que aparece la palabra “oración” dice: “Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti” (1 Reyes 8:28) 

La primera vez que aparece una palabra en la Escritura, marca el significado de esa palabra en el resto de los libros. Así este texto nos deja claro que la oración es una relación entre dos personas: el siervo y su Dios, Jehová. Es una comunicación en que Dios asegura Su atención y oído. Este texto nos da completa seguridad de que el Señor escucha nuestras oraciones y las responde. 

Es falso pensar que Él no escucha a sus siervos si éstos no hacen las oraciones de acuerdo a ciertas cláusulas que los mismos hombres inventan o suponen más espirituales. El versículo en estudio nos dice cuatro cosas con respecto al Señor y la oración: 

a)      El Señor atiende a las oraciones de Sus hijos: “Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo.”  Los cristianos somos “siervos” de un Señor, es decir esclavos, servidores. “Atiende” implica que Dios pone atención e interés en nuestras oraciones y las responde. 

b)      El Señor atiende a nuestras plegarias: “y a su plegaria, oh Jehová Dios mío”. La plegaria es una oración hecha con clamor, sentimiento, entrega afectiva. 

c)      El Señor escucha el clamor y la oración de Su pueblo: “oyendo el clamor y la oración”. No es un Dios indiferente sino atento a las peticiones de Sus hijos. 

d)      El Señor escucha a Sus siervos: “que tu siervo hace hoy delante de ti”. No hay otro u otra a quien orar y levantar plegarias, sino al Señor Jesucristo. El siervo ora a su Señor. 

Un ejemplo de que Dios atiende a la oración de Sus siervos es cuando, después de ser interrogados por el concilio, los apóstoles Pedro y Juan, los creyentes piden confianza y valor, a lo que el Señor respondió de inmediato: 

“23 Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. / 24 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; / 25 que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? / 26 Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo. / 27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, / 28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. / 29 Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, / 30 mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. / 31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.” (Hechos 4:23-31 

Denuedo significa: brío, esfuerzo, valor, intrepidez. 

2. Dios abomina la oración del que se aparta de Él.

El texto central en que aparece la palabra “oración” dice: “El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.” (Proverbios 28:9) 

La gente no lee la Biblia porque la considera un libro difícil de entender, aunque tal vez nunca han hecho el intento. Es más fácil y agradable ver una película en la televisión o el cine, que trate alguno de sus muchos relatos, aunque se corre el riesgo de conocer una versión tergiversada de lo que realmente está escrito en la Biblia. Pero puede ser también que se evite leerla porque la Palabra de Dios nos enfrenta con Su voluntad y con nuestra pobre condición de pecadores. 

Si en el primer texto era Dios el Sujeto principal, aquí lo es el pecador, aquel que no quiere enfrentarse a Dios porque teme el juicio. Todos somos pecadores, así es que este verso también puede ser aplicado a un creyente. Este versículo nos dice tres cosas con respecto al pecador y la oración: 

a)      El pecador evita la Palabra: “El que aparta su oído”. El pecador evita acercarse a Dios y Su Palabra por miedo al juicio, en cambio el creyente no teme y lo hace con mucha confianza pues “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” (1 Juan 4:18) 

b)    El pecador no quiere oír la voluntad de Dios: “para no oír la ley” Sabe que no será aprobado por la Palabra, así es que prefiere no escucharla ni leerla: “20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. / 21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” (San Juan 3:20,21) 

c)      El pecador tiene una oración despreciable: “Su oración también es abominable.” Este es un proverbio antitético, es decir que presentan una antítesis u oposición. Su oración es detestable, no agradable a Dios.

Un ejemplo de que el pecador no será escuchado por Dios en su petición es cuando, después de haber pecado el rey David con su vecina Betsabé, tuvo como resultado un hijo que luego enfermó. David oró mucho y ayunó, pero Dios no contestó a su petición pues no permitiría que Sus enemigos blasfemaran. La muerte del niño fue una consecuencia necesaria: 

“13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. / 14 Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá. / 15 Y Natán se volvió a su casa. Y Jehová hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y enfermó gravemente. / 16 Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche acostado en tierra. / 17 Y se levantaron los ancianos de su casa, y fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan. / 18 Y al séptimo día murió el niño; y temían los siervos de David hacerle saber que el niño había muerto, diciendo entre sí: Cuando el niño aún vivía, le hablábamos, y no quería oír nuestra voz; ¿cuánto más se afligirá si le decimos que el niño ha muerto? / 19 Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto.” (2 Samuel 12:13-19) 

3. Dios nos ordena velar en oración.

El último texto en que aparece la palabra “oración” versa así: “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.” (1 Pedro 4:7) La última vez que una palabra aparece en la Biblia, está referida al final de nuestra vida, el planeta o a la eternidad. Aquí anuncia que el fin de todo está cercano y, por tanto debemos guardar una conducta adecuada a ello. Es advertencia y consejo a la vez.  

Si en el primer texto era Dios el Sujeto principal, en el segundo texto era el pecador, aquí es el cristiano. El versículo nos muestra la importancia de la oración para los últimos tiempos que vivimos en la actualidad: 

a)      El cristiano sabe que todo terminará: “Mas el fin de todas las cosas se acerca” El universo en que vivimos llegará a su fin, pero sabemos que antes sucederá un tiempo breve de tribulación en el planeta, luego mil años de gobierno de Jesucristo y después el juicio final y la desaparición de todas las cosas.  

b)      El cristiano se comporta con sobriedad: “sed, pues, sobrios,” Tanto el momento del juicio –para nosotros el tribunal de Cristo- como todos los nombrados, requieren de una actitud correcta de parte nuestra. Lo primero es ser sobrios. Esto significa ser moderados y discretos, en especial en el comer, beber, en la forma de hablar o de moverse o en sus costumbres. En otras palabras ser templados teniendo dominio propio. Todo lo material, como lo conocemos, desaparecerá un día y debemos prepararnos para ese día. 

c)      El cristiano permanece en vela: “y velad en oración.” Es lo más importante estar despiertos; el diccionario dice que velar es “hacer de centinela”. El atalaya permanece despierto durante la noche para avisar a la ciudad cuando viene el enemigo. Debe estar alerta, del mismo modo debemos vivir los discípulos del Señor: despiertos, como centinelas, alertas, velando en el Espíritu. Esto significa que vela con oración. El buen cristiano sigue el consejo paulino: “17 Orad sin cesar. / 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. / 19 No apaguéis al Espíritu.” (1 Tesalonisenses 5:17 

Como el cristiano sabe que todo terminará, entonces se comporta con sobriedad y permanece velando en oración. 

Un ejemplo de que Dios nos ordena velar en oración, lo encontramos en el siguiente pasaje: “36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. / 37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. / 38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. / 39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. / 40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? / 41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. / 42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. / 43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. / 44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. / 45 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. / 46 Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.” (San Mateo 26:36-46)

CONCLUSIÓN.
La oración es una importante disciplina espiritual. Es la comunicación que el alma y espíritu humano tiene con Dios; es una relación de amor mutuo. La actitud del Señor ante nuestras oraciones se puede resumir en tres frases: 1) Dios atiende a la oración de sus siervos; 2) Dios abomina la oración del que se aparta de Él; y 3) Dios nos ordena velar en oración.  

PARA TRABAJAR EN EL CENÁCULO:

1)      ¿Querría usted conversar con alguien a quien no ve y ni siquiera responde en forma audible? ¿En qué condiciones lo haría?
2)      ¿Qué es lo que a usted más le motiva a la oración?
3)      ¿Por qué decimos que Dios también ora?
4)      ¿Cuál era la mayor petición de los primeros cristianos y los apóstoles?
5)      ¿Por qué la gente no lee la Biblia? ¿Cómo podremos ayudar a que lo hagan?
6)      ¿Qué entendió que dice el Señor con respecto al pecador y la oración?
7)      ¿Qué experiencia tiene usted de peticiones no respondidas por Dios?
8)      ¿Cree que existen las oraciones no respondidas?
9)      ¿Qué conductas deben tener los cristianos de los últimos tiempos?
10)  ¿Cómo deben ser las oraciones de los discípulos de hoy?
11)  ¿Cómo podemos ser sobrios en la vida familiar, laboral, social y eclesial?
12)  ¿Qué es velar en oración?
13)  ¿Se considera un/a atalaya o centinela de su familia? 

 

VOCABULARIO DE INTERÉS:
·         Plegaria
·         Denuedo
·         Proverbio antitético
·         Sobrio
·         Velar

 

BIBLIOLINKOGRAFÍA.
  • Reina, Casiodoro de (1960). “La Santa Biblia” Estados Unidos: Broadman & Holman Publishers.
  • MacArthur, John. (2011). “Biblia de Estudio MacArthur” Estados Unidos: Thomas Nelson Inc. 
  • (1979). “Dios Habla Hoy, La Biblia Versión Popular” Sociedades Bíblicas Unidas.
  • (1960). “La Santa Biblia” Sociedades Bíblicas Unidas. Recuperado de: http://www.gentle.org/biblia/
  • “Nuevo Testamento, Edición Pastoral” Chile, Ediciones Mundo, 1974.
  • “Diccionario de la Real Academia de la Lengua de España” Disponible en: http://www.rae.es/
  • Concordancia electrónica de la Biblia” Disponible en: http://www.miconcordancia.com/concordancia.php
  • Rizo Martínes, José L. “Diccionario Bíblico” Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/50636670/Diccionario-Biblico-Jose-L-Rizo-Martinez#scribd
  • (1966, 1970, 1979, 1983, 1996) Dios habla hoy” ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, Disponible en: https://www.biblegateway.com/versions/Dios-Habla-Hoy-DHH-Biblia/
  • Oraciones respondidas en la Biblia. Disponible en: http://www.gotquestions.org/Espanol/evidencia-oraciones-contestadas.html#ixzz3fM1QeZ00
  • Por qué algunas oraciones no son respondidas. Disponible en: http://justchristians.org/SanasPalabras/SPDownload/Sermones/S093sp.pdf